Gracias por llegar hasta aquí y tomarte el tiempo de leerme.
Quiero hablarte de mi pasión y respeto por esta profesión. Desde que me gradué, he tenido una sed constante de aprender y perfeccionarme. Un maestro me enseñó algo que llevo conmigo siempre: “Los ojos no ven lo que la mente no sabe.” Esto me recuerda que, sin conocimientos sólidos, no se puede ofrecer un diagnóstico seguro ni un tratamiento de calidad.
Este principio me ha llevado a recorrer diferentes países para aprender de los mejores del sector, absorbiendo técnicas y conocimientos que aplico en mi consulta para brindar a mis pacientes el nivel de odontología que siempre he admirado. Hoy, me siento afortunado de poder resolver los casos más complejos y de tener la oportunidad de compartir mi experiencia con otros profesionales como formador e investigador.
Mi compromiso es contigo, para intentar alcanzar tus expectativas como paciente, y también conmigo por seguir trabajando para poder ofrecer lo mejor de mi en esta profesión que me apasiona.